Entre la docencia y mi profesión
Soy egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México, de la Facultad de Arquitectura. Estudie la carrera de Diseño Industrial en el Centro de Investigaciones de Diseño Industrial. Mi primer encuentro con la docencia se dio cuando llegué al CETis No 2 para realizar mi servicio social, en el año de 1991. De inicio, mis actividades se limitaban al apoyo de la coordinación de la especialidad de Diseño Industrial que se ofrece en este plantel, posteriormente a la carencia de maestros que cubrieran ciertas materias, me ofrecí para impartirlas mientras se solucionaba el problema. Al principio me fue muy difícil ya que algunos de los alumnos a los que yo daba clase eran de mayor edad a la mía y consideraban que yo no sabía y no podría transmitir mis conocimientos. En ese momento empezaron mis retos y la búsqueda de técnicas, herramientas, material didáctico y el encuentro de una postura que denotara seguridad. Para lograr mis objetivos tuve que reafirmar mis conocimientos, me apoye en otros docentes que compartieron conmigo sus experiencias dentro del aula. Para mí no ha existido nunca el “estoy aquí por casualidad”, aunque antes nunca tuve una formación pedagógica, sé que soy docente por que siempre he querido que mi país sea mejor y considero que la educación es básica para este propósito. Mi formación profesional me ha dado bases para incursionar en la impartición de asignaturas tanto tecnológicas como humanísticas, ya que mi carrera se considera multidisciplinaria. He tenido la oportunidad de hacer uso de los conocimientos que adquirí en historia, diseño, dibujo, procesos industriales, procesos productivos, inglés, etc. Para satisfacer ciertas necesidades institucionales y académicas.
Actualmente veo con tristeza que al perderse los valores familiares y por consiguiente sociales se paraliza el desarrollo de nuestro país, es por eso que los objetivos que me propongo en cada semestre están encaminados a la formación de seres analíticos y conscientes de su realidad económica, política y social, sin perder el contenido académico que rige su formación profesional. Esto de ninguna manera es sencillo, como docentes nos enfrentamos a obstáculos que nos imposibilitan en nuestra labor diaria como son: las instalaciones, los grupos tan grandes con los que trabajamos, los programas académicos, los padres de familia, la burocracia, nosotros mismos, etc. Sin embargo y pese a todo me complace ser parte del cambio y formación de algunos jóvenes que aspiran a una mejor calidad de vida y a su desarrollo personal y profesional.
La responsabilidad y el compromiso ante mis alumnos me obliga a actualizarme constantemente en todos los ámbitos: personal, profesional y académico. No sé puede enseñar sin el ejemplo a jóvenes que se encuentran en la búsqueda de su identidad, seres humanos que se están formando y que integrarán la sociedad futura.
